|
Amo,
una firme vocación que ha sabido encontrar
su camino en el Arte.
Hay quienes llevan el arte de pintar dentro de sí y, como una fuerza arrolladora
e incontenible se manifiesta, desbordándo todos los pronósticos.
La condición de autodidacta pone de manifiesto una condición de
voluntad para iniciar el autoaprendizaje y la autocrítica que vá perfeccionando
el camino por el que discurre el hecho pictórico, y en el caso de Amo, éste
se recorre con resolución buscando el perfeccionismo. |
No debe haber
sido fácil para él encontrarlo,
pero al fín y al cabo en él está,
y su mérito consite en que no se ha ido
en pos de una figuración facilona actualmente
periclitada sino que ha sabido encontrar su propio
y personal lenguaje, que es lo más difícil
de encontrar para quien desea expresarse con
el vocabulario de los pinceles.
La realidad
que atrapa Amo tiene mucho de inventiva, de buscar
una visión desgarrada en el trazo pero
que se ajusta a los movimientos actuales por
donde discurre la llamda nueva figuración.
Hace falta para ello un pincel ágil, y
Amo lo tiene; se hace necesaria una fértil
imaginación para orquestar composiciones,
y Amo la posee...Su obra ha alcanzado ya su virtud
más sobresaliente: ser distinta a la que
nos presentan otros artistas que se dedican al
paisaje, cuando se trata de llevarlo al papel,
o de composiciones más argumentales en
donde los personajes se integran en un universo
anírico que, a veces, adquiere un impresionante
ejercicio de modulación compositiva.
Amo sabe dominar la mancha, que en su obra es fundamental. El color, habilmente
manujado sobre un dibujo impecable que enriquece cada una de sus obras. El autodidacta
ha aprendido rápidamente. A partir de ahora será otros quienes
se fijen en su trabajo, lo analicen y aprendan de él. Ese es su mérito
y por el que le felicito. |